En el «Día internacional de las personas de edad» te contamos las propuestas de la OSUNL para trabajar junto a sus afiliados y afiliadas mayores.
Son muchas las dificultades que atraviesa la población mayor en el marco de la pandemia por COVID 19. Muchas actividades se vieron paralizadas debido al aislamiento que deben mantener por ser un grupo en riesgo. Por un lado, sus vidas se ven afectadas en lo afectivo, la vida social y las actividades en la comunidad y, por otro, se modifican las rutinas diarias tan necesarias para el desarrollo pleno de su autonomía ¿Cómo contribuir en un escenario que cambia y –en parte se desestructura– la vida de las personas mayores?
Desde la Obra Social de la UNL se consideró importante mantener los espacios de taller para personas mayores, anteriormente desarrolladas de manera presencial, por considerarlas actividades sociales significativas para esa comunidad. El objetivo fue sostener estos grupos de formación –que también son espacios de sociabilidad– para acompañar, brindar contención y herramientas para que las personas mayores puedan sobrellevar este momento junto a sus pares y familiares. El desafío fue, por un lado, adaptar los talleres destinados a los y las afiliadas en el marco del Programa Vida Adulta Participativa y Saludable a la modalidad online. Por el otro, había que superar otra barrera: el uso de los dispositivos, programas y aplicaciones necesarias para el desarrollo de esos talleres bajo una modalidad no presencial.
El tradicional “taller de la memoria” ya había comenzado a funcionar de manera presencial cuando se dictaminó la cuarentena obligatoria. “A partir de ese momento, comenzó un tiempo de mucha incertidumbre para todos, hasta que fue claro que este aislamiento obligatorio se iba a extender en el tiempo (…) A partir de allí comencé a pensar cómo continuar el Taller, que se constituye como un espacio terapéutico para muchos, recreativo para otras, un lugar donde circula el afecto y donde los vínculos entre pares se afianzan. Una instancia que propicia el mantenimiento de una ´mente activa´, factor fundamental para el sostenimiento de una vida autónoma; donde se facilita la participación desde las experiencias personales y el enriquecimiento colectivo. Un lugar de pertenencia. El suspender el Taller implicaba, suspender todas estas vivencias en la vida de las adultas mayores que participan”, cuenta la Lic. en Terapia Ocupacional Mariana Diez Rodríguez, responsable del taller.
“Al idear cómo desarrollar el Taller de manera virtual, primeramente pensé cuál es la tecnología de comunicación que todas utilizan y que la mayoría sabe manejar sin dificultad y es el teléfono celular, y dentro de la comunicación más accesible el WhatsApp. Armé entonces un grupo. Allí envío actividades y consignas para integrar otros desafíos y mantener el entusiasmo. Los miércoles, que es el día y horario del Taller, se habilita la interacción entre las asistentes y comenzamos a desarrollar el Taller. Durante el mismo voy guiando la participación, se comparte lo realizado en las actividades, también los desafíos que se hayan acordado previamente (videos, fotos, escritos) que fueron enviados con anterioridad y que voy presentando. Todo se va desarrollando en un clima de alegría», consigna la tallerista. Consultada por la respuesta de quienes asisten al taller, Diez Rodríguez apunta que “ha superado las expectativas que se tenían. No hubo resistencia, al contrario, la posibilidad de continuar con las actividades de Taller y con el contacto con las compañeras les dio mucha alegría y apoyaron la iniciativa”.
Para Ana María, quien asiste al taller regularmente, “la experiencia del taller de la memoria de modo virtual es interesante porque permite mantener el contacto entre los asistentes habituales y la profesora, además habilita a continuar trabajando para activar nuestra memoria y contribuir a las relaciones sociales. En particular en este momento de aislamiento social, proporciona establecer contacto con personas conocidas, con intereses comunes, de manera regular(…) Además ayuda a aggiornarse con el uso de las tecnologías actuales y esto contribuye al uso de estas en otros ámbitos”.
Otra actividad que continúa a través de grupos de WhatsApp, con seguimiento individual y reuniones a través de plataformas online, es el Programa Estratégico de Control de Obesidad (PECO), que la OSUNL lleva adelante junto a la Secretaría de Bienestar Universitario de la UNL. Allí concurren personas de todas las edades. Sin embargo, al ser la obesidad un factor de riesgo para los y las mayores, su continuidad cobra aún más importancia.
La Lic. en psicología Ma. de los Ángeles Surín forma parte del equipo interdisciplinario de PECO y cuenta que para organizarse en la virtualidad “reunimos a los grupos que tenemos activos otros grupos que fueron dados de alta el año pasado y los invitamos a que se sumen a un grupo de WhatsApp. También a todas las personas que venían a realizar alguna actividad (al gimnasio, talleres, a pesarse) y que pertenecieron a otros grupos y a las personas del equipo de salud, para que estén activos y puedan participar”. Allí las personas reciben actividades de gimnasia, ideas de menú y consejos desde lo emocional a través de materiales escritos, fotos y vídeos. “Tienen tareas específicas para procesar la angustia, las ansiedades que les causa organizarse con este nuevo tiempo en casa (…) La verdad que nos dio muchísimo más resultado que lo que nos daba el cara a cara”, concluye Surín.
El otro taller que pasó a desarrollarse online es justamente el que posibilita el aprendizaje de herramientas para acceder a las nuevas tecnologías de la información y comunicación. Convencidos de que el mantenimiento de los lazos afectivos es fundamental en el marco de la emergencia sanitaria, desde la OSUNL se propuso este espacio para motivar el desarrollo de nuevas habilidades de comunicación y esparcimiento por parte de las personas mayores. Todo esto a través del uso de las redes sociales y diferentes aplicaciones, teniendo en cuenta los dispositivos que más frecuentemente utiliza cada participante. Debido a la gran demanda, el taller ya está cursando su segunda edición en 2020.